Las ciudades y los municipios se enfrentan a un reto diferente: la gente suele aparcar sus coches durante todo el día en las plazas de aparcamiento conectadas, ocupando ese espacio e impidiendo que otros utilicen las estaciones de carga. Para combatir esta situación, GreenFlux puede cobrar tarifas diferentes según las horas del día, de modo que sea más caro utilizar el espacio durante el día, lo que ayuda a racionalizar las plazas y liberarlas para un mayor uso.

"Todo esto forma parte de un cambio de comportamiento", dice Sanichar. "La gente está muy acostumbrada a los coches que funcionan con combustibles fósiles y a los hábitos que los acompañan, como entrar en una gasolinera, repostar y saber más o menos cuánto durará ese combustible. Cuando se trata de VE, la gente aún está aprendiendo, así que les ofrecemos incentivos para ayudarles a entender cuánto durará una carga y que sí, llegarán a casa."

Cómo funcionan la conectividad y el IoT

Como todo en el mercado de los vehículos eléctricos, el papel del IoT está cambiando. Cuando GreenFlux empezó, equiparon todas las estaciones de recarga con tarjetas SIM a través de GPRS (General Packet Radio Service) y no les importaba que el punto de recarga estuviera fuera de servicio durante una hora o incluso un día o dos: el cargador funcionaba localmente, así que si alguien pasaba su tarjeta, la información se almacenaba localmente y, en cuanto volvía a estar en línea, Greenflux recibía los datos y podía facturar al cliente. El GPRS no era superestable, pero en aquel momento no lo necesitaban.

"Hoy en día, las cosas son diferentes, y la diferencia más importante es que las estaciones de carga tienen que estar en línea 24 horas al día, 7 días a la semana, porque la gente carga con su aplicación, y necesita ver en su aplicación cuánto está cargando, el coste, etc.", dice Sanichar. "Esto significa que en el momento en que una estación de carga se desconecta, tiene que haber una alerta inmediata de que algo está pasando. Tenemos que comprobar la red y el cargador y solucionarlo rápidamente. Al principio, sólo se trataba de conectar las estaciones y obtener datos una vez al día o, en algunos casos, incluso una vez a la semana. Ahora, se trata de conectividad en tiempo real. Necesitamos tener acceso directo a las estaciones de carga para poder decirles qué hacer, a qué velocidad cargar y asegurarnos de que no nos salimos de los umbrales de capacidad".