El principal motor de todo esto es el hecho de que la información es ahora el activo más importante tanto para las personas como para las empresas. Las empresas que pueden recopilar la información de forma eficiente y hacer un buen uso de ella están creciendo. Vemos un mundo empresarial en el que incluso las 500 empresas más importantes se ven perturbadas y sustituidas por nuevos actores que utilizan mejor las innovaciones. Las reglas del juego cambian rápidamente y surgen empresas que alcanzan la categoría de gigantes sin ninguna forma de propiedad ofreciendo servicios mediante software. Incluso las empresas de cosméticos y textiles añaden nociones digitales a sus productos y se definen como empresas tecnológicas.
Las reglas del juego están cambiando, al igual que las expectativas de los clientes. Para seguir el ritmo de este cambio, los fabricantes tienen que ofrecer nuevos productos mucho más rápido. Como dijo Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial: "En el nuevo mundo, no es el pez grande el que se come al pequeño, sino el pez rápido el que se come al lento."
Los productos se actualizan cada año. Esto significa ciclos de innovación más rápidos y una producción más compleja pero en menor cantidad. A los clientes les gustaría tener productos más personalizados sin tener que pagar más. La producción tiene que ser más flexible que nunca, y la producción en masa personalizada requiere la máxima automatización. Además, el mercado necesita ahora ciclos de calidad de producción completos y trazabilidad de los productos para cumplir los requisitos de calidad legales, globales y variables. Y, por supuesto, hay que hacer todo esto pensando tanto en el ahorro de costes como en la máxima eficiencia para un mundo sostenible. El nuevo lema es "Más con menos".
Todo esto es posible si los datos, que aumentan exponencialmente y cambian sin cesar, pueden recopilarse y procesarse de forma eficiente para crear inteligencia procesable. Sin embargo, no es posible si los procesos siguen dependiendo de la velocidad humana. Los algoritmos de aprendizaje automático deben convertir los datos recopilados en un formato inteligible. Las organizaciones tienen que actualizarse para estar preparadas para actuar rápidamente sobre los datos recopilados e implementar las actualizaciones necesarias en diseños, producción, distribución o cualquier otra área. De hecho, las industrias sólo procesan el 1% de los datos que generan. Estamos solo al principio de la Industria 4.0 y apenas estamos viendo la punta del iceberg. Una parte de esta montaña de datos puede procesarse en el borde en función de las aplicaciones, pero una gran parte aún debe transferirse de forma segura a instalaciones informáticas centralizadas.
Como proveedor de conectividad, en Tele2 IoT estamos en el centro de esta gigantesca transformación. Nuestra estructura horizontal nos permite trabajar con cualquier industria. Estamos viendo que no es solo la producción lo que está cambiando: la producción central de energía está siendo sustituida por la generación distribuida, y la gestión de la oferta y la demanda con redes inteligentes aparece como un subapartado muy importante. Le siguen las ciudades inteligentes, los edificios y hogares inteligentes, e incluso la sanidad. Todo ello debe orquestarse de la forma más inteligente posible.