A medida que la actual tendencia a la urbanización ejerce presión sobre el desarrollo de las ciudades, surge la necesidad de gestionar con mayor eficacia el transporte de ida y vuelta a las obras, así como la manipulación de materiales in situ. ¿Por qué es importante?
Los hechos* son claros:
- El 50% del transporte urbano de mercancías (peso) en Suecia está relacionado con la construcción
- El 10% de las emisiones de CO2 de los proyectos domésticos de construcción están relacionadas con el transporte
- Las zonas urbanas seguirán en constante desarrollo
Estos hechos se presentaron en una conferencia final muy didáctica del proyecto MIMIC, un proyecto de JPI Urban Europe con socios de Bélgica, Noruega, Austria y Suecia. Este proyecto pretende demostrar cómo pueden utilizarse los conceptos de gobernanza inteligente para ayudar en los procesos de construcción y planificación urbana, facilitando y apoyando la logística hacia, desde y en las obras de construcción urbana. Esto es necesario para mejorar la movilidad y reducir la congestión dentro de las ciudades y, por tanto, reducir el impacto negativo de las obras de construcción en la comunidad circundante.
La logística actual de la construcción no está optimizada teniendo en cuenta la logística urbana
Parece que la mayoría de los proyectos de construcción se gestionan como silos con 3 fases: preproducción, producción en curso y durante el uso. Uno de los enfoques más utilizados consiste en emplear sistemas logísticos de construcción (CSL) para hacer frente a tres retos: la gestión del transporte hacia y desde las obras, la gestión de la logística en las obras y la gestión de las relaciones interorganizativas entre las partes interesadas en los proyectos de construcción.