La empresa familiar Tingstad lleva trabajando con consumibles desde 1959. Su cartera de productos incluye desde toallitas de papel y papel higiénico hasta envases y embalajes para alimentos e incluso ropa de trabajo; en esencia, suministran todos los productos que no son el foco principal de los negocios de sus clientes, dándoles las herramientas que necesitan para tener una mejor jornada laboral. La principal base de clientes de Tingstad es la industria alimentaria -restaurantes y tiendas de comestibles-, que es donde vieron la oportunidad de abordar uno de los mayores retos de esa industria: el control de las temperaturas en los frigoríficos. El resultado es SmartMate, la aplicación que permite a los clientes controlar las temperaturas y cumplir las normativas sobre almacenamiento de alimentos, al tiempo que contribuye a mejorar la salud y la sostenibilidad. Y el IoT está en el centro de la solución.
La mayoría de los países tienen leyes y normativas sobre los alimentos en lo que respecta a la cocción, refrigeración y almacenamiento. Esto significa que la industria alimentaria debe asegurarse de aplicar buenas prácticas para mantener la temperatura adecuada de los alimentos. Además, deben ocuparse del desperdicio de alimentos, ya que éste no sólo es perjudicial para el medio ambiente, sino que supone un coste: si se tira comida, se están tirando beneficios. El sistema SmartMate HACCP (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control) de Tingstad es un programa de autocontrol fácil de usar que utiliza sensores y modelos para conectar equipos para restaurantes, tiendas y cualquiera que necesite controlar sus frigoríficos comerciales.
"Tenemos muchos clientes muy exigentes con el control de la temperatura en frigoríficos y congeladores que querían un sistema que les avisara cuando surgiera algún problema, como que la temperatura fuera demasiado baja o alta, o algún otro comportamiento inusual", explica Tobias Mattsson, director de comercio electrónico de Tingstad. "Y conectar los equipos tiene una serie de ventajas que van más allá de conocer la temperatura. Por ejemplo, si un restaurante quiere asegurar sus frigoríficos y congeladores, supone un gran coste anual. Pongamos por caso un restaurante de marisco en el que se han guardado 15.000 coronas suecas de löjrom (huevas de pescado blanco) en el congelador y se estropean de la noche a la mañana. A menos que el restaurante tenga un seguro ampliado para su equipo, la compañía de seguros no le reembolsará la pérdida, y ese seguro ampliado puede costar entre diez y veinte mil coronas al año".
También hay que tener en cuenta el factor humano: no siempre es que el frigorífico o el congelador se hayan estropeado; a menudo, alguien se olvida de cerrar la puerta antes de cerrar por la noche y nadie lo sabe hasta que llega el personal al día siguiente para preparar la comida. Para entonces ya es demasiado tarde para salvar la comida. Y como los restaurantes operan con márgenes pequeños, cualquier pérdida puede ser devastadora para su cuenta de resultados. Saber que se enviará una alarma en cuanto se detecte un problema significa que alguien puede ir a comprobarlo y salvar el contenido de la nevera o el congelador antes de que todo esté perdido.
Cómo funciona SmartMate
El sistema SmartMate es un producto como servicio y utiliza sensores conectados para controlar todo lo relacionado con la temperatura de su equipo, con datos enviados a la nube cada diez minutos y luego compartidos en la app. El cliente controla los parámetros, como las temperaturas máxima y media, y establece las alarmas, por ejemplo cuándo deben activarse. En la práctica, esto significa que el cliente tiene el control de las cosas y puede asegurarse de que no recibe alarmas todo el tiempo: solo las recibe cuando se incumplen determinados parámetros.

"Cuando se envía una alarma se genera un informe, algo necesario con este tipo de equipos", dice Tobias Mattsson. "El informe incluirá qué ha pasado y cómo se ha solucionado. Los informes sobre los equipos se remontan a dos años atrás y ofrecen una imagen clara del historial de los equipos, lo que hace que el restaurante siga cumpliendo la normativa."
SmartMate también está diseñado para servir a clientes de todos los tamaños. La digitalización no es fácil ni siquiera para las empresas más grandes, y los restaurantes suelen ser entidades independientes que operan con presupuestos ajustados.
"La respuesta de los clientes ha sido estupenda", dice Tobias Mattsson. "Sienten que esta solución es fácil y que pueden dormir tranquilos por la noche, porque su peor pesadilla es que se destruya todo su producto". Hoy en día, los restaurantes aprovechan al máximo el aforo y tienen a mano la comida justa para abastecer el día. Esto significa que no tienen el mismo número de congeladores y frigoríficos que antes, que las cocinas son más pequeñas y que reciben comida a domicilio todos los días. Si esa comida se pierde, no podrán servir a sus clientes. SmartMate es un seguro barato para tener seguridad sobre sus alimentos".