A medida que el mercado de vehículos eléctricos (VE) sigue creciendo, el mercado de VE de segunda mano crece a la par. Y cuando se trata de VE de segunda mano, hay algo que debe tenerse en cuenta por encima de todo a la hora de sopesar la compra: el rendimiento de la batería del coche. La austriaca Aviloo se basa en este mercado en rápido crecimiento, desarrollando una prueba muy necesaria para las baterías de los coches eléctricos usados que elimina la incertidumbre del mercado de los VE de segunda mano. La prueba permite saber exactamente qué se está comprando en términos de estado de salud de la batería, lo que permite a los clientes hacer una compra informada.
Vehículos eléctricos: ¿Conoce la vida útil de su batería?

Las matriculaciones de vehículos eléctricos de batería crecieron más de un 50% en 2019 y se espera que ese ritmo de crecimiento no solo se mantenga, sino que crezca exponencialmente durante la próxima década. Con ese tipo de crecimiento, no es de extrañar que el mercado de vehículos eléctricos de segunda mano también esté creciendo.
Todos sabemos que las baterías de los smartphones se degradan con el tiempo. Cuando tu teléfono es nuevo, puedes pasar un día entero sin tener que recargarlo, pero dos años después apenas tienes batería para llegar a la hora de comer. Aunque esto no ocurre tan rápido con las baterías de los vehículos eléctricos, sigue habiendo degradación con el tiempo.
En vista de ello, tiene sentido que al comprar un VE usado no sólo compruebes los frenos, la suspensión y otras cosas, sino que también quieras conocer el rendimiento del componente más importante en un VE, la batería. Pero hasta hace muy poco, no había ningún sistema de pruebas en el mercado que permitiera comprobar la batería, por lo que no había forma de saber el nivel de degradación o cuánta capacidad quedaba aún disponible a la hora de plantearse una compra.
Por qué se desarrolló el sistema de pruebas
Aquí es donde la austriaca Aviloo vio la oportunidad de cubrir una necesidad crítica del mercado, desarrollando un sistema independiente de pruebas para baterías de vehículos eléctricos.
"Cuando se compra un vehículo eléctrico usado, la batería equivale aproximadamente a la mitad del valor del coche", explica Wolfgang Berger, CEO y cofundador de Aviloo. "Así que, si pagas, digamos, 20.000 euros en total por el coche, puedes calcular que unos 10.000 de esa cantidad son sólo para la batería. Conocer el estado de la batería supone la diferencia entre una buena inversión y una mala".
La prueba independiente de Aviloo calcula la capacidad restante de la batería, lo cual es más complejo de lo que parece.
Aunque algunos fabricantes de coches dan información sobre el estado de salud de la batería, el consumidor no tiene claro qué significa realmente esa cifra.
"Digamos que el fabricante X dice que la batería está al 80%", explica Wolfgang Berger. "Ese 80% puede significar algo muy distinto para el fabricante de coches Y, por eso es vital contar con un sistema de pruebas estandarizado e independiente en el mercado de los vehículos eléctricos de segunda mano. La creación de un estándar industrial independiente que sólo pueda realizar una empresa independiente garantiza que todos los modelos diferentes se prueben de la misma manera, y que todos los cálculos y algoritmos subyacentes funcionen exactamente igual."
Por qué es necesaria la prueba
Existe una gran diferencia en la degradación entre las baterías de distintos modelos de coches, e incluso diferencias entre el mismo modelo, por lo que la prueba de Aviloo es una importante adición al mercado.
"En general, se puede juzgar un coche de combustión por el año del modelo, la marca, el kilometraje y otros factores comunes. En función de estos factores, se puede saber más o menos el valor del coche", explica Berger. "Pero cuando se trata de un VE, la degradación de la batería depende de muchos parámetros, como el trato que le haya dado el propietario anterior.
"Por ejemplo, una velocidad de carga elevada no es buena para la batería, como tampoco lo es una aceleración elevada o extrema, por lo que si el propietario anterior hacía algunas carreras los fines de semana, la duración de la batería será muy diferente de la del mismo coche y modelo que se conducía con cuidado por tranquilas calles suburbanas.
Básicamente, usted no sabe cómo el coche ha sido tratado por el propietario anterior por lo que la prueba de la batería le da una ventana en que, lo que le permite tomar una decisión informada.
Además, la degradación de la batería depende de la forma en que se haya construido, especialmente en lo que se refiere a la gestión térmica. No conviene que la batería esté demasiado fría o demasiado caliente. Algunos VE tienen una gestión térmica muy sofisticada, de modo que en cuanto la batería se calienta, el sistema de refrigeración entra en funcionamiento y la enfría hasta una temperatura razonable: es lo que se llama refrigeración activa de la batería. Los VE menos caros no disponen de este sistema de refrigeración, por lo que si la batería se calienta, se carga con menos rapidez y se degrada más rápido.
"La duración de la batería depende realmente del caso de uso", explica Berger. "Así, si sólo vas a conducir distancias cortas y no necesitas ir mucho por autopista ni cargar rápido, el coche más barato sin el sofisticado sistema de refrigeración será una buena elección. En cambio, si piensas conducir a altas velocidades o durante largas distancias y necesitas una carga rápida, vas a querer otro tipo de batería."
Cómo funciona la prueba
En la actualidad, en lo que respecta a los vehículos eléctricos, no existe ninguna norma sobre baterías y hay pocas posibilidades de que los fabricantes de automóviles se pongan de acuerdo sobre una prueba estandarizada de baterías, por lo que una prueba independiente y estandarizada es la solución obvia para el consumidor. Wolfgang Berger explica cómo funciona.
"Tienes muchos datos del coche que quieres probar, así que desarrollamos un hardware que se conecta al vehículo durante la prueba. Hay un puerto de diagnóstico en el vehículo -el puerto OBD- y el hardware lleva una tarjeta SIM IoT de Tele2, lo que nos permite enviar datos en tiempo real a nuestro backend, donde hacemos nuestro análisis. Una vez hecho esto, damos al cliente la calificación y un certificado en tiempo real.
Conectas el hardware, haces una prueba de conducción y el hardware con la SIM envía los datos, que nosotros analizamos y te damos la clasificación.
Sin esa calificación independiente, los consumidores no podrán hacer una compra meditada porque una empresa automovilística no puede probar un coche de otra empresa con ningún tipo de veracidad. Crear una norma independiente del sector que garantice que todos los modelos se prueban de la misma manera y que todos los cálculos y algoritmos subyacentes funcionan exactamente igual.