Con más gente encerrada en casa debido a Covid, se ha producido un enorme aumento de la demanda de servicios de reparto a domicilio. Y como el distanciamiento social ha hecho que sea mucho menos probable salir a cenar fuera, empresas como la sueca foodora han llenado ese vacío ofreciendo reparto de restaurantes a domicilio. El resultado es un rápido crecimiento, pero también algunos problemas, como la contratación de suficientes mensajeros para satisfacer la creciente demanda.
Aquí es donde entra en escena la tecnología, en forma de un droide rosa brillante llamado Doora, que viene del nombre foodora. Doora se está probando en las calles de Estocolmo, y es Tele2 5G e IoT lo que impulsa al pequeño androide que podría... y hará entregas a domicilio.
Hace unos años, cuando se pedía algo por Internet en Suecia, el plazo de entrega normal era de 3 a 5 días. Con el tiempo, la entrega en el mismo día empezó a ser una opción. Entonces apareció en escena foodora, una empresa pionera en el comercio de calidad*, y de repente, si no te apetecía cocinar, todo lo que tenías que hacer era abrir la aplicación de foodora, hacer tu pedido y en 30 minutos estarías sentado comiendo en tu restaurante favorito.
"Cuando entregas comida, tiene que ser rápido porque los platos preparados de los restaurantes se enfrían enseguida", explica John Denbratt, Director de Logística de foodora. "Cuando llegó la pandemia, nuestro crecimiento se disparó y tuvimos que contratar a mucha gente nueva, pero satisfacer la demanda puede ser un reto, por eso empezamos a buscar nuevas tecnologías que nos permitieran seguir creciendo. En este caso se trata de robots -droides- que nos ayudarán a satisfacer las demandas de entrega de nuestros clientes en el futuro."
Cuando foodora empezó a hablar con el galardonado fabricante de androides autoconducidos Yape, se dieron cuenta de que el androide tenía conectividad 5G y, al mismo tiempo, Tele2 era el primer operador de Suecia en desplegar 5G. foodora supo enseguida que necesitaba un socio 5G para garantizar la baja latencia necesaria para la navegación, y que la conectividad IoT iba a ser crucial para comunicar al androide los detalles del pedido y enviar rutas de reparto óptimas en tiempo real.
"Soy un antiguo becario y empleado de Tele2, así que mi idea inicial fue ponerme en contacto con algunos antiguos compañeros de Tele2 y ver si estaban interesados en formar equipo en nuestro piloto con el droide", dice Denbratt. "Me dirigieron a la unidad de IoT, donde pude entender cuáles eran las posibilidades, y así es como hemos acabado hoy aquí".