Budbee lo ha conseguido industrializando y automatizando cosas en el mundo real, no sólo desde una perspectiva técnica, sino también construyendo cosas como sus propios terminales y máquinas de clasificación automática.
Cómo funciona
Desde el punto de vista operativo, el modelo de negocio de Budbee no difiere mucho del de los operadores tradicionales del sector: los paquetes llegan a las terminales de Budbee desde barcos o aviones y luego se dispersan a centros más pequeños, tras lo cual los vehículos de reparto de Budbee los distribuyen a los clientes.
La diferencia es que los clientes pueden elegir el plazo de entrega sugerido por la aplicación, que es gratuito, o pueden reducirlo pagando una pequeña cuota. La comunicación de la aplicación funciona así:
- El cliente recibe un primer aviso de que el paquete llegará cualquier día entre las 17.00 y las 22.00 horas
- Se confirma el día/fecha de la entrega
- El día de la entrega, a la hora de comer, te dan la hora a la que llegará. Luego, cuando el conductor empieza a alejarse de la terminal, la entrega se reduce al minuto.
Este tipo de soluciones son las que demuestran que Budbee está desafiando al sector. Han utilizado su conocimiento de la tecnología moderna para crear transparencia hasta el cliente, además de incorporar funciones de la aplicación basadas en datos para mejorar la experiencia del cliente.
"Construimos toda nuestra tecnología internamente, salvo componentes como Google Maps o IoT, lo que nos permite trasladar al consumidor el control y las posibilidades de personalización en la medida de lo posible, así como crear un vínculo entre el consumidor y el conductor", explica Strindberg. "Por ejemplo, creamos el software para nuestras máquinas clasificadoras, que están conectadas a nuestro algoritmo, que calcula qué conductor entregará qué paquete, a qué hora y en qué orden. El cliente puede utilizar la aplicación Budbee para cambiar su entrega a una franja horaria de una hora, por ejemplo entre las 8 y las 9 de la noche. Nuestro algoritmo ya ha planificado esa entrega para las 5 de la tarde, así que tiene que cambiar toda la cadena de entrega.
"Esencialmente, cuando el consumidor cambia la hora de entrega, está dando instrucciones directamente al algoritmo para que éste recalcule, lo que dará la instrucción a la máquina clasificadora, además de asegurarse de que el paquete está con el conductor adecuado en el momento adecuado, garantizando que todo el proceso se desarrolle sin problemas."
Poner tanto poder en manos del consumidor significa que Budbee también es capaz de escuchar las necesidades de sus clientes y responder en consecuencia. Y a pesar de operar en un mercado muy sensible a los precios, la empresa siempre encuentra nuevas formas de mejorar su servicio sin añadir nuevos costes.
Un ejemplo es cuando analizaron los datos de los consumidores que pedían productos para bebés o niños. Budbee no entendía por qué las valoraciones de este segmento de mercado eran mucho más bajas que la media de todas las entregas. Entonces tuvieron un momento de inspiración.
"Sabíamos que nuestros conductores daban en el clavo a la hora de la verdad, pero seguíamos recibiendo una o dos de cada cinco estrellas", explica Strindberg. "Entonces vimos comentarios que decían 'Despertaste a mis hijos llamando al timbre' o similares. Nos dimos cuenta de que no estábamos haciendo nada mal, pero que teníamos la oportunidad de hacer algo bien".
"Ya habíamos desarrollado una herramienta en la app que daba instrucciones a nuestros conductores, como el aspecto de la casa o dónde debían aparcar. Esto les permitía trabajar de forma eficiente. Después de leer los comentarios de los padres, sabíamos que añadir mucho texto libre no sería eficiente, así que en su lugar decidimos hacerlo lo más binario posible, creando dos opciones para el consumidor: ¿quieres que llamemos al timbre y hablemos en un tono de voz normal, o quieres que llamemos suavemente y susurremos cuando hagamos la entrega? El consumidor puede elegir, y el conductor puede ver fácilmente cuál quiere.
Para hacer un arreglo de este tipo hay que tener tanto los conocimientos técnicos como la infraestructura que permita la flexibilidad. Para Budbee fueron dos días de trabajo, y los beneficios compensaron con creces el poco tiempo y el coste que supuso... Y justo después de lanzar esa función, Budbee pudo observar un enorme aumento de la satisfacción de los consumidores.
Este tipo de ideas, tan sencillas a primera vista pero tan valoradas por el cliente, son la clave para que Budbee revolucione el sector del reparto.
Budbee e IoT
Aunque el modelo de negocio de Budbee se basa en reducir la brecha de entrega entre comerciantes y consumidores, también son conscientes de que la comodidad a veces significa NO tener entrega a domicilio, tal vez porque alguien está de viaje o tiene otros compromisos. Esto ha supuesto de nuevo una oportunidad de innovación para Budbee.
"Si no quieres que te entreguen un paquete en casa, puedes hacerlo en una Budbee Box habilitada para IoT", explica Strindberg. "Las Budbee Box se colocan en centros comerciales y otros lugares frecuentados por los consumidores. Estamos colocando varios centenares en la región de Estocolmo y todas están conectadas con tarjetas SIM IoT de Tele2, lo que nos permitirá trabajar con ellas a distancia. Básicamente, IoT conecta las cajas a un PC/portátil que se comunica con la nube y la aplicación para que el cliente pueda ver que el paquete ha llegado, y cuando lo recoge un código le permite abrir la caja y sabemos que se ha entregado. IoT permite la comunicación entre la Budbee Box y el usuario final".
Sostenibilidad
La sostenibilidad ha sido una parte esencial del modelo de negocio de Budbee desde el principio y sigue siendo una parte importante de su perfil. La ambición de la empresa es que al menos el 50% de sus paquetes se entreguen sin combustibles fósiles en 2020, y totalmente sin combustibles fósiles en 2022.
Dicho esto, Budbee se dio cuenta desde el principio de que, al dedicarse al transporte, entraba en una industria que históricamente ha tenido un impacto negativo en el medio ambiente.
"Decidimos que ser parte del problema significaba ser parte de la solución", dice Strindberg. "Desde el primer día compensamos todas y cada una de las entregas que hacemos, más un 10% extra. Sin embargo, estamos esperando a que la tecnología se ponga al día con nuestras necesidades, como la masa crítica en lo que respecta a las estaciones de recarga de vehículos eléctricos (VE). Hace sólo un año que se desarrolló una furgoneta que podía hacer una ruta de reparto completa sin tener que cargar durante esa ruta, así que las cosas están avanzando, pero sigue habiendo retos. Uno de ellos son los camiones de reparto y los vehículos pesados. Nuestro sector depende de los vehículos pesados para trasladar las mercancías desde los barcos o los aviones a los almacenes y, aunque hay algunas empresas que impulsan la electrificación, aún no hemos llegado a ese punto".
La buena noticia es que la tecnología crece rápidamente, lo que permite a Budbee dar más pasos hacia la no emisión de dióxido de carbono. Han aumentado el número de bicicletas de reparto en Estocolmo y Gotemburgo, así como en los Países Bajos, y también están realizando una transición hacia vehículos cada vez más eléctricos.
"Creemos que es cuestión de tiempo alcanzar nuestros objetivos de sostenibilidad", afirma Strindberg. "El precio de los VE está bajando, la tecnología mejora constantemente y empezaremos a introducir el HV0 100, que es gasóleo procedente del bosque, no del petróleo. No contiene fósiles, pero puede seguir utilizándose en furgonetas antiguas y es una excelente solución provisional para nosotros."
Budbee también ha incorporado la sostenibilidad a sus terminales de Estocolmo. Una de las terminales que han construido tiene todo el tejado cubierto de paneles solares, y no solo es autosuficiente desde el punto de vista energético, sino que la energía sobrante generada por estos paneles se utiliza para alimentar más de 60 vehículos de reparto.
El futuro
Los planes de Budbee para el futuro son seguir creciendo como empresa, lo que significa entrar en nuevos países y, al mismo tiempo, tener el mayor impacto posible en los retos de sostenibilidad de la industria del transporte. Y, por supuesto, seguirán centrándose en la innovación.
"Nuestra adaptabilidad y flexibilidad son algunas de nuestras ventajas, ya que la plataforma tecnológica que hemos creado nos permite innovar sin importar lo que surja. Ahora mismo somos B2B2C y hacemos entregas por las tardes para comodidad de nuestros clientes, pero a medida que evolucionemos con los cambios del mercado ampliaremos cuándo y a quién hacemos las entregas. Estamos en esto a largo plazo y seguiremos desafiando al mercado", afirma Strindberg.
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