Sin conectividad no hay IoT

Sin conectividad no hay IoT: es la base sobre la que se construye todo lo demás. Pero la conectividad ha evolucionado desde los primeros días del IoT y hoy en día existe una amplia gama de alternativas de conectividad, lo que puede dificultar la comprensión de cuál es la adecuada para su solución.

En los primeros tiempos de las conexiones, elegir la tecnología de conectividad celular era bastante sencillo: se introducía una tarjeta SIM en el dispositivo y se utilizaban datos 2G o SMS. La 2G era bastante madura y estable y ofrecía una forma sencilla de transportar pequeñas cantidades de datos para los casos de uso de alto valor que se abordaron en un principio.

Hoy en día, el número de dispositivos se ha disparado en todo el mundo y los casos de uso son mucho más variados, por lo que tiene sentido que la conectividad evolucione para adaptarse a las distintas necesidades, incluida la tecnología celular. Esta evolución aumenta la complejidad del IoT, tanto en lo que respecta a los dispositivos como a la conectividad, y hace que a los clientes les resulte más difícil elegir la tecnología adecuada. Hoy puede ser 2G y 4G, pero mañana será una de las tecnologías 5G.

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Al analizar qué tecnología de conectividad IoT es la adecuada para usted y su empresa, hay que tener en cuenta una serie de factores, como la capacidad de ancho de banda, la cobertura y el consumo de energía.

Tiene que preguntarse si necesita conectividad ahora mismo, o si la necesitará dentro de un año y dentro de diez. ¿Cuáles son sus datos y su latencia? ¿Hasta qué punto será fácil intercambiar la tecnología en el futuro y cuáles son los requisitos básicos de su caso de uso?

6 componentes de conectividad

Cobertura 

Algunas soluciones IoT necesitan una cobertura profunda en interiores, mientras que otras se desplazan con regularidad para encontrar siempre cobertura en algún lugar. Estamos acostumbrados a tener redes celulares con cobertura 2G y LTE en casi cualquier lugar y las tecnologías LTE-M y NB-IoT permiten una cobertura aún mejor. Si suponemos que LTE-M y NB-IoT se activan en las mismas celdas que actualmente proporcionan LTE, cabe esperar una cobertura mayor que la que ofrecen hoy en día los operadores de red.

Consumo de energía

El consumo de energía puede desempeñar un papel fundamental en el tipo de conectividad que elija para su solución IoT. ¿Tendrán sus dispositivos disponibilidad constante de una fuente de alimentación o funcionarán con baterías? ¿Las baterías serán recargables o podrán sustituirse fácilmente? LTE-M y NB-IoT son conservadores con la energía de la batería y tienen posibilidades de ahorro de batería como PSM (Modo de Ahorro de Energía) y eDRX (Recepción Discontinua Extendida) que pueden reducir el consumo de energía reduciendo la capacidad de respuesta del dispositivo. Asegurando una buena cobertura en el lugar donde se encuentra el dispositivo y limitando la comunicación, se puede ahorrar batería.

Ancho de banda y latencia

¿Su solución IoT requiere una gran salida de datos con baja latencia, o va a transmitir pequeñas cantidades a intervalos regulares? Hay una gran diferencia entre las cámaras de vídeovigilancia, con sus elevados requisitos de uso y ancho de banda, las estaciones de carga, que deben activarse al instante, y los sensores de temperatura, con lecturas periódicas; los distintos factores afectarán a la elección de la tecnología. LTE y 5G admiten baja latencia y gran ancho de banda, mientras que LTE-M y NB-IoT admiten bajo coste y consumo de energía.

Coste

El coste total de propiedad de las soluciones IoT incluye múltiples puntos de coste, como las cuotas de suscripción y uso de la conectividad, la factura del material del dispositivo, la necesidad de visitar el dispositivo con regularidad y, en algunos casos, incluso la gestión de su propia red de última milla. La elección de la tecnología afecta al coste de su solución IoT. Asegúrese de obtener la conectividad que necesita a un coste total que se ajuste a su presupuesto.

La mayoría de los operadores ofrecen hoy en día una plataforma de gestión de la conectividad para gestionar su conectividad celular. Deben ofrecer una funcionalidad de automatización inteligente que pueda ayudarle a garantizar que sus costes de conectividad están bajo control durante la vida útil del dispositivo con una cantidad limitada de intervención manual.

Fiabilidad y seguridad

Para casi cualquier solución IoT, la fiabilidad y la seguridad son cruciales. Para algunas, la conectividad es fundamental para prestar el servicio. Al seleccionar la tecnología de conectividad, asegúrese de elegir una en la que haya socios que puedan ofrecer un servicio de red fiable y seguro.

Ayuda a largo plazo

El argumento comercial de la mayoría de las soluciones IoT se basa en dispositivos que funcionen durante un largo periodo de tiempo. Dependiendo de la tecnología y del proveedor elegido, esto afectará al soporte a largo plazo. Los operadores de telefonía móvil ofrecen servicios en frecuencias autorizadas que cuentan con el respaldo de GSMA y 3GPP. Vemos que las redes 2G y 3G se están extinguiendo, mientras que LTE y 5G seguirán existiendo muchos años más. LTE-M y NB-IoT son compatibles con 5G y tendrán apoyo a largo plazo en el sector.

A medida que surjan nuevas tecnologías y otras vayan desapareciendo, el IoT seguirá evolucionando. Es crucial que su proveedor de conectividad no solo sea capaz de satisfacer sus necesidades actuales, sino que también se prepare para satisfacerlas en el futuro.

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