Según el Centro Mundial de Preparación para Desastres, hay cuatro fases en la gestión de emergencias: Mitigación, Preparación, Respuesta y Recuperación.
Mitigación
Minimización de los efectos de las catástrofes, como la aplicación de códigos de construcción y zonificación, análisis de vulnerabilidad, educación pública.
Preparación
Planificación de la respuesta, incluidos planes de preparación, ejercicios de emergencia y formación, sistemas de alerta.
Respuesta
Minimizar los riesgos creados por la catástrofe, como búsqueda y rescate, ayuda de emergencia
Recuperación
Devolver la normalidad a la comunidad, a través de medidas como alojamiento temporal, subvenciones, atención médica e IoT, puede cambiar las cosas de muchas maneras.
Mediante el uso de, entre otras cosas, sensores, robots y vehículos no tripulados, IoT ayuda a minimizar los riesgos y mejorar la respuesta transformando la gestión de catástrofes de reactiva a proactiva. Y los datos generados por estos dispositivos minimizan el riesgo de que nos tomen desprevenidos a la vez que ayudan a todos a tomar decisiones más informadas. Además, los sistemas de comunicaciones mejorados ayudan en las labores de rescate. He aquí cómo:
Mitigación
Los dispositivos y sensores IoT pueden recopilar datos casi en tiempo real sobre aspectos como los niveles de agua, la actividad volcánica y las lecturas barométricas. Los sensores pueden detectar incendios forestales, tornados, chaparrones, actividades volcánicas, terremotos, etc. y enviar alertas tempranas. Además, las infraestructuras críticas (o cualquier infraestructura, en realidad) pueden protegerse mediante un mantenimiento predictivo. La mitigación de riesgos es posible mediante el uso de sensores para controlar los contaminantes, incluidas las situaciones radiactivas.
Preparación
La preparación para emergencias puede mejorarse mediante mecanismos, procedimientos y ensayos de respuesta habilitados por IoT. Los datos en tiempo real procedentes de sensores, cámaras y otros dispositivos conectados pueden integrarse en la infraestructura, lo que permite supervisar las condiciones en tiempo real, así como recibir datos vitales tanto históricos como en tiempo real. Estos datos permiten a los gestores municipales priorizar las reparaciones y emplear el mantenimiento preventivo. Y los dispositivos conectados desplegados en edificios, puentes, carreteras y otras infraestructuras también pueden utilizarse para proporcionar alertas y mejorar las comunicaciones. Además, mediante el uso de dispositivos IoT, se pueden supervisar las reservas estratégicas de alimentos, agua, ropa, equipos médicos y otros suministros vitales para garantizar unos niveles aceptables.
Respuesta
Inmediatamente después de una catástrofe, el conocimiento de la situación es fundamental para garantizar que los recursos se priorizan con el fin de tener el mayor impacto y ayudar a los más necesitados, pero a medida que avanzan las operaciones, los esfuerzos de recuperación deben actualizarse repetidamente en función de las condiciones cambiantes. La tecnología IoT, ampliamente desplegada en la infraestructura de una ciudad, en zonas forestales o en cualquier otro lugar, puede reutilizarse para identificar condiciones de emergencia, personas atrapadas o el estado de cosas como la red eléctrica. Los primeros intervinientes necesitan información procesable, y el IoT puede facilitar la planificación y las acciones de respuesta mediante el uso de sensores para supervisar los movimientos del personal clave, así como sensores y cámaras habilitados para el IoT en el lugar del incidente. El conocimiento de la situación y la gestión de incidentes pueden lograrse mediante elementos como la ropa inteligente, que puede controlar e informar sobre aspectos como las constantes vitales de un bombero y las condiciones en el lugar, lo que permite retirarlo del lugar si la situación se vuelve demasiado peligrosa. Los primeros intervinientes también pueden ir equipados con sensores de audio y vídeo, o contar con el apoyo de drones y vehículos autónomos, lo que permite supervisar y evaluar situaciones peligrosas desde una distancia segura.
Los sistemas IoT automatizados pueden enviar alertas, noticias y otros recursos digitales para mantener informado al público en tiempo real. Las actualizaciones móviles pueden proporcionar información vital, como dónde ha tocado tierra un tornado, o información sobre cómo mantenerse a salvo, dónde encontrar un lugar seguro y recursos para buscar refugio o suministros vitales. Las señales digitales conectadas, como las de las paradas de autobús, las carreteras y las plazas, también pueden utilizarse para difundir información crítica con rapidez. Los dispositivos IoT alimentados por batería pueden permitir servicios de comunicación limitados, como los micromensajes de emergencia.
Recuperación
Los esfuerzos y las operaciones de recuperación tras una catástrofe pueden ser extremadamente difíciles, ya que exigen una gran cantidad de recursos, incluido el personal local e internacional de respuesta a emergencias, las ONG y el ejército, que deben colaborar y compartir recursos e información para llevar a cabo la recuperación de forma rápida y eficaz. Los dispositivos IoT pueden ayudar en las operaciones de búsqueda y rescate, así como en la supervisión de las condiciones posteriores a la catástrofe y los niveles de reservas de recursos vitales. IoT puede seguir utilizándose para difundir información al público mientras se siguen reparando las comunicaciones normales.
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