Evolución de las tarjetas SIM

Durante más de 25 años, la tarjeta SIM (Módulo de Identidad del Abonado) ha sido fundamental en el desarrollo de las telecomunicaciones móviles. Introducidas por primera vez en 1991, las SIM tenían el tamaño de una tarjeta de crédito y estaban diseñadas para almacenar información utilizada para identificar y autenticar a los usuarios.

Las SIM también se utilizaban para conectar dispositivos a 2G GSM (Sistema Global de Comunicaciones Móviles). Los avances en SIM han ido en paralelo a la evolución de las redes celulares, pero no todas las tarjetas SIM son iguales.

SIM e IoT

El auge del IoT supuso el desarrollo de un tipo diferente de SIM. Aunque una SIM IoT actúa de forma similar a una SIM estándar, hace un trabajo muy diferente, ofreciendo características y funcionalidades que no encontrarás en la SIM que tienes en tu teléfono.

Una de las principales diferencias es el tipo de suscripción; entre otras cosas, una suscripción IoT te permite controlar el uso de datos y la actividad de la SIM, puedes activarla y desactivarla, y puedes bloquearla a un dispositivo. También puede compartir datos entre todos los dispositivos y tener cobertura multioperador.

Otra diferencia es la robustez, ya que las SIM suelen encontrarse en condiciones ambientales adversas. Mientras que las SIM estándar solo poseen un rango de temperatura de 25 °C a 85 °C, una SIM IoT industrial puede funcionar a temperaturas tan bajas como -40 °C y tan altas como 105 °C. Las SIM IoT industriales también disfrutan de una vida útil mucho más larga que las SIM estándar, gracias a su capacidad de retención de datos de 17 años, mayor capacidad de almacenamiento y hasta 16 millones de ciclos de lectura-escritura. Las SIM para IoT industrial pueden tener cualquier formato, en función del tamaño del dispositivo y de la finalidad que persiga.

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A medida que las SIM sigan evolucionando, sobre todo en el ámbito del IoT, el impacto en las empresas será tremendo.

Nueva tecnología SIM

Desde los hogares inteligentes hasta los coches autónomos y la Industria 4.0, la integración de la tecnología IoT tanto en nuestra vida cotidiana como en la actividad principal de una empresa es inevitable. Pero primero tenemos que encender la eSIM, que en muchos sentidos tiene la llave del mundo conectado.

A diferencia de lo que ocurre con los teléfonos inteligentes, donde se puede conectar a WiFi y descargar un perfil de eSIM, con IoT no hay una persona que se conecte y descargue la eSIM localmente, por lo que tiene que hacerse de forma remota.

Y ahí radica la belleza de la eSIM: todo puede gestionarse a distancia, incluido el cambio de proveedor de conectividad, lo que supone un enorme ahorro en logística y asistencia sobre el terreno. Además, al contar con una solución basada en el estándar global de la GSMA, te aseguras la compatibilidad y la seguridad de cara al futuro.

Hablando de futuro, ¿qué le espera al IoT en lo que respecta a las tarjetas SIM? Seguirán con nosotros dentro de cinco o diez años, o ya habremos pasado página?

Predecir el futuro

En el futuro, podríamos ver todos los dispositivos conectados a través de conexiones seguras habilitadas por la tecnología SIM, y será posible cambiar un modelo de suscripción a distancia para una conectividad óptima. Las eSIM introducen una distribución verdaderamente digital de la conectividad que permite la evolución de nuevos modelos de negocio.

También veremos un mayor grado de SIM integradas, es decir, SIM integradas en las que, básicamente, no hay ninguna SIM enchufable en los dispositivos con conectividad. Esto influirá mucho en la rapidez y la fluidez con que se conecten los dispositivos de seguimiento.

Una SIM integrada es una SIM centrada en el hardware e integrada en el chipset. Entre otras cosas, estas SIM simplificarán las cadenas de suministro, permitirán dispositivos más pequeños, mejorarán el consumo de energía, reducirán los costes y mantendrán altos niveles de seguridad.

Los chipsets, módulos y otros componentes de hardware se fabricarán con eSIM, con perfiles de conectividad de aprovisionamiento, lo que significa que el producto final puede conectarse directamente. El perfil del proveedor de conectividad podrá cambiarse a distancia cuando sea necesario, con lo que pasaremos de un ciclo de vida lineal a uno circular de la SIM.

Dado que una eSIM puede almacenar múltiples perfiles de conectividad, también veremos cómo se desarrollan más funcionalidades sobre la SIM: los llamados applets SIM. Los applets SIM son pequeños programas dentro de la SIM dedicados a realizar una tarea concreta. Podría tratarse de implementar la lógica empresarial para cambiar un perfil de conectividad en función de reglas, como cuando una red no está disponible. Esto proporcionaría redundancia para soluciones de alta disponibilidad, como las alarmas. Otra lógica empresarial podría consistir en cambiar automáticamente un perfil en función del país en el que el dispositivo IoT esté intentando conectarse.

La tecnología SIM seguirá evolucionando para soportar nuevas lógicas de negocio y creación de valor, y la funcionalidad SIM seguirá siendo fundamental para su solución IoT a la hora de identificar y autenticar de forma segura cada dispositivo.

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